Las víctimas civiles de La Guerra Comercial entre Estados Unidos y China

¿Es la guerra comercial entre los dos gigantes económicos un tema que va más allá del presupuesto de los ciudadanos y sus familias? Que tanto nos afectan las decisiones tomadas por los líderes estadounidenses y chinos

Desde hace unos meses, y hasta el día de hoy, una noticia invade constantemente los monitores de nuestras pantallas: La guerra comercial entre Estados Unidos y China. 
Claro está, la noticia tiene muchas directrices y capas que complican su entendimiento, aunque básicamente se puede resumir en una sola idea: la balanza de pagos. La balanza de pagos en un concepto económico relativamente sencillo que se conoce como la diferencia entre las exportaciones y las importaciones de un país; entendiendo a las exportaciones como todo lo que se vende y las importaciones como todo lo que se compra, el concepto se puede abreviar como las ganancias de un Estado dentro de un proceso comercial.
El verdadero problema se encuentra en cómo se comporta la balanza de pagos del que fue alguna vez el país más poderoso del sistema, Estados Unidos, ante el nuevo gigante económico, China. Como podrán sospechar, el déficit económico del país angloparlante ante el líder asiático es grande, y es que según datos de la agencia de noticias inglesas, BBC, para el 2018 el déficit alcanzaba los 419 mil millones de dólares. En palabras más coloquiales, Estados Unidos está de deudas hasta el cuello.
Ante la negativa situación, el presidente Donald Trump ha decidido aumentar los aranceles a su mayor socio comercial y protagonista de todas sus pesadillas, China. La idea del líder norteamericano, aunque funcional en teoría, no solo ha violado una serie de normas y tratados internacionales, sino que va en contra de todo lo que el país y sus líderes llevan pregonando por décadas: apertura económica y comercial.
Aunque es entendible la necesidad del presidente Trump de proteger su economía y empresas, la realidad es que la guerra entre él y el líder Xi Jinping, no ha hecho más que dejar víctimas civiles; y es que ante las decisiones tomadas por Estados Unidos, el país asiático no ha tenido más opción que hacer valer el lema “ojo por ojo y diente por diente”, aumentado los aranceles a buena parte de los productos norteamericanos que busquen entrar a China.
La pregunta verdaderamente importante es, ¿de qué manera nos afecta esta guerra comercial a los ciudadanos comunes y corrientes?, ¿Por qué me atrevo a asegurar que las víctimas de esta guerra comercial han sido civiles? Muy sencillo, porque un aumento en los aranceles significa un aumento directo a los productos que compramos día a día.
Un arancel es aquel impuesto que cobra un gobierno porque un producto de otro país ingrese a sus fronteras; mientras más alto el arancel, más caro el precio del producto. En un mundo globalizado como en el que vivimos hoy en día, las empresas utilizan muchos productos provenientes de otros países, especialmente de lugares como China donde la mano de obra es mayor y en ocasiones más barata. Por lo tanto, aquellos productos que todos pensamos que son “tan americanos”, en realidad son “tan chinos”, razón por la que un aumento en los aranceles a los productos de este país se traducen en un aumento de los precios.
Sí las empresas estadounidenses utilizan materia prima proveniente de China para realizar sus productos, y gracias a las medidas del presidente Trump, los productos de China serán ahora más caros, por consecuencia los productos tendrán un precio mayor para el consumidor.
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